● El Perú es el segundo país con menor satisfacción con el funcionamiento de la democracia (21%). La inestabilidad política y el desencanto democrático afectan el potencial de desarrollo económico.
● Almendra Rodriguez, investigadora de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), comenta cuál es el escenario democrático nacional y cómo esto impacta en la economía del país.
Entre los resultados de la primera encuesta del 2023 del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), se observa que el 30% de peruanos aprueba que el expresidente Pedro Castillo haya intentado dar un golpe de Estado, mientras que el 41% aprueba su intención de disolver el Congreso.
Según Almendra Rodriguez, investigadora de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), estos resultados son alarmantes, sobre todo si consideramos que el Perú es el segundo país con menor satisfacción con el funcionamiento de la democracia con 21%, porcentaje mucho menor al que se tenía en el 2012, 52%.
Ante ese escenario, la especialista indica que pueden aparentar ser hechos aislados, pero la debilidad de una democracia afecta el desarrollo económico de un país. Siendo el Perú, un caso no ajeno por la crisis política y las continuas protestas.
“Es evidente que, a menor estabilidad democrática, mayor será el impacto en el desempeño económico. Si bien la economía ha seguido creciendo durante estos años, a excepción del 2020 por la pandemia, el daño que hoy están sufriendo las instituciones tiene repercusiones sobre la economía y el bienestar de la población”, comenta Rodriguez.
¿Cómo esta debilidad afecta al crecimiento económico?
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el 2022, las decisiones más importantes, tales como invertir, contratar y producir, dependen de la confianza en las instituciones. De esa manera, si la percepción es negativa, se genera un estancamiento del crecimiento económico a nivel gobierno, empresa y ciudadanía.
“Contar con un sistema democrático que tiene normas claras y predecibles, reducirá la incertidumbre e incentiva la actividad económica al generar un ambiente confiable, atractivo y seguro para la inversión privada. Entonces, las instituciones de un país sí influyen en el desarrollo económico”, anota la especialista de REDES.
Sin embargo, resalta que, las instituciones en el Perú se han visto sistemáticamente debilitadas en el tiempo y eso tiene graves consecuencias. Sobre todo, en el sentir ciudadano y en la confianza. Siendo esa debilidad, la causante de que los periodos de inestabilidad política sean más frecuentes y duren más tiempo, lo cual tendría un impacto significativo sobre la economía.
“Hoy nos encontramos en medio del periodo más largo de democracia ininterrumpida, pero es importante que no demos la democracia por sentada, sino que cuidemos de ella y evitemos perderla”, menciona Rodriguez.
Las instituciones democráticas sólidas juegan un rol central para generar el desarrollo y crecimiento económico en el Perú, para que finalmente se promueva mayor bienestar para la sociedad. Es así que, sugiere priorizar la articulación y diálogo entre los actores para generar consensos y círculos de confianza.
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