A un año
y medio de la pandemia, las distintas actividades económicas se siguen
reactivando progresivamente en el Perú. Esta semana, luego de mucha espera y
cierta controversia, fue el turno de la industria de salas de cine que, al
desarrollarse en espacios cerrados, se mantuvo paralizada durante meses para
evitar una mayor propagación del virus.
A lo
largo de los últimos días, distintas salas iniciaron su reapertura progresiva a
nivel nacional. Una reactivación que tuvo como característica particular la
restricción a la venta de alimentos y bebidas, a fin de evitar que las personas
se quiten las mascarillas y, de esa forma, puedan esparcir el virus. Sin embargo, ¿estas medidas son suficientes
para garantizar visitas seguras a las salas de cine en esta etapa de
reactivación?
“Es de
suma importancia seguir retomando las actividades económicas, pero sin dejar de
lado el contexto sanitario en el cual nos encontramos”, advierte el Dr. Martín
Alor, director médico de RIMAC Seguros. Al ser los cines espacios cerrados, el
primer paso estará en no descuidar en ningún momento las conocidas medidas de
prevención: respetar el distanciamiento social, uso de doble mascarilla cubriendo
nariz y boca de forma constante, y mantener las manos limpias con jabón o
alcohol en gel.
Pero, además
de esas medidas básicas, resulta indispensable que los visitantes a los cines
tomen especial precaución en la forma en la cual asistirán a las salas, los
acompañantes con los cuales acudirán y la recurrencia de visitas por la que
optarán después de casi año y medio sin cines.
“Definitivamente,
se debe procurar ir en grupos pequeños. Muchas veces una persona dice ‘voy en
un grupo grande porque es mi entorno y estamos vacunados’; pero, si todos repiten
lo mismo, terminará habiendo muchos grupos grandes y, por consiguiente, un
incremento en el riesgo de contagio. Mientras menor sea el número de
acompañantes, mejor”, precisa el médico.
Así como
es conveniente reducir el tamaño del grupo con el cual se acudirá a la sala,
será importante espaciar la asiduidad de visitas a los cines para reducir la
potencial exposición al virus sobre todo en esta primera etapa de reapertura de
cines. “Lo importante en esta etapa es minimizar los factores de riesgo” agrega
Alor.
Como se
sabe, entre los factores de riesgo, los niños juegan un rol preponderante
debido a su amplia carga viral. Por eso, el experto de RIMAC también recomienda
evitar, en la medida de lo posible, una exposición y concentración de niños a
un espacio cerrado como el de las salas de cine. Este grupo poblacional,
además, no cuenta aún con inmunización a través de vacunas contra la COVID-19.
“Todas
estas medidas se deben complementar con una obligatoria revisión de la política
de prevención del local antes de acudir a este. Verificar que tenga a
disposición el lavamanos para todas las personas, el alcohol en gel, y la
garantía de que el ambiente efectivamente se ha desinfectado”, concluye Alor.
En suma, la
responsabilidad de una reactivación segura de las visitas a salas de cine no
será exclusiva de los locales. Los visitantes deberán tener un rol activo en la
prevención del contagio del virus y la tan mentada tercera ola.
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