·         Inmunoamnesia, neumonía, convulsiones y muerte: los riesgos graves del sarampión que pocos conocen

 

Aunque muchos piensan que el sarampión es cosa del pasado, esta enfermedad sigue siendo una amenaza real para los niños no vacunados. Se estima que, en 2023, hubo 107,500 muertes por sarampión en todo el mundo, en su mayoría niños menores de cinco años que no habían recibido la vacuna o no contaban con el esquema completo.

 

“Es una enfermedad viral tan contagiosa que, si una persona se enferma, hasta el 90 % de la gente cercana que no es inmune también contrae la infección”, alerta la Dra. Ana María Burga, epidemióloga de la Clínica San Pablo Trujillo. El sarampión se propaga fácilmente cuando una persona infectada respira, tose o estornuda. Puede causar enfermedades graves, complicaciones e incluso la muerte.

 

El sarampión suele comenzar con fiebre leve a moderada, acompañada de tos continua, goteo nasal, ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta, síntomas que fácilmente pueden confundirse con un resfriado común. Luego aparece una erupción cutánea que se extiende por todo el cuerpo, junto con unas manchas características en la boca que hace que comer y beber sea doloroso, especialmente en los niños.

“Es crucial reconocer estos signos a tiempo para evitar que la enfermedad avance a etapas más graves”, enfatiza la Dra. Burga.

 

Durante la enfermedad, muchos niños se deshidratan y desnutren. Alrededor del 20 % de los pacientes requieren hospitalización, generalmente porque necesitan hidratación intravenosa. En sus formas más severas, el sarampión puede causar neumonía, convulsiones por fiebre alta e incluso inmunoamnesia: un fenómeno que hace que el sistema inmunológico "olvide" defensas adquiridas previamente, dejando al cuerpo vulnerable a otras infecciones.

 

Una sola barrera: la vacuna

La buena noticia es que el sarampión se puede prevenir con el cumplimiento del Esquema Nacional de Vacunación, que contempla dos dosis, la primera a los 12 meses de edad y la segunda a los 18 meses. Por ello, en el marco de la Semana de la Vacunación, la Dra. Burga hace un llamado a las familias: "Revisen las cartillas de vacunación de sus hijos y acudan al centro de salud si tienen alguna dosis pendiente. No esperen a ver estos síntomas en casa. Vacunar es un acto de amor y responsabilidad que salva vidas".