Las deficiencias del aeropuerto de Trujillo quedaron en evidencia una vez más con las inundaciones y huaicos que afectaron el norte del país, dando muestras de “improvisación, precariedad y obsolescencia de instalaciones, procedimientos y equipos, e incluso la falta de cortesía de los empleados del aeropuerto en su trato a los pasajeros, lo cual redunda muy negativamente en la imagen que proyectamos en el visitante”, según señala Francisco San Martín Baldwin, presidente de la Cámara de Turismo de La Libertad, en la carta que cursó a los responsables de la empresa concesionaria que administra el terminal aéreo.

“Informaciones contradictorias del cierre del aeropuerto, defensas inútiles de sacos de arena que modificaron y entorpecieron el flujo de pasajeros, inexistencia de una voz autorizada que informe y actúe oportunamente, son circunstancias que no debieran repetirse”, indica la misiva.

“En opinión de los especialistas de aviación civil consultados al respecto, sus servicios son muy caros y de poca calidad. Ese es uno de los motivos por los cuales el crecimiento del tránsito de pasajeros no ha conseguido obtener unos resultados tan importantes como en las ciudades de Cali, Medellín, Mendoza o Guayaquil”, señala San Martín Baldwin, quien remarca que nuestro aeropuerto es la principal puerta de entrada de los turistas extranjeros.

Por otro lado, el titular la Cámara de Turismo cuestiona que se postergue una y otra vez la ampliación del aeropuerto, cuando estamos a tres años del Bicentenario de la Independencia de Trujillo, y al paso que vamos, harán falta por lo menos cinco años más para tener las obras concluidas.