Todo buen inversionista entiende primero la importancia del ahorro porque es consciente de la necesidad de disponer de dinero inmediato durante alguna turbulencia económica, explica Oscar Vílchez, gerente regional nor oriente de Caja Piura.

 

Asimismo, el experto señala que todo inversionista tiene capacidad de análisis de datos para tomar decisiones rápidamente y con poca información; disciplina para mantener proyecciones de presupuestos y no excederse en los gastos establecidos; y organización para encontrar oportunidades.

 

“Pero antes de seleccionar un producto para invertir, es fundamental conocer qué tipo de inversionistas somos”, señala Vílchez.  Su perfil dependerá principalmente del riesgo que está dispuesto a correr de acuerdo a sus ingresos mensuales y cuáles son las expectativas de retorno que tiene.

 

Según estos indicadores, Vílchez divide los inversionistas en tres perfiles:

 

     El audaz: Es una persona que busca alta rentabilidad en el largo plazo y no le preocupa demasiado las fluctuaciones o caídas de su inversión en el corto plazo porque prevé que esta se puede recuperar en el tiempo. “Suelen ser jóvenes que optan por negocios o instrumentos que generan rentas variables como acciones y participación en fondos de inversión”, sostiene el vocero de Caja Piura.

 

     El moderado: Este inversionista busca el equilibrio entre la rentabilidad y el riesgo. Es analítico y decide invertir de forma diversificada, esperando un retorno interesante en el mediano o largo plazo. “Este perfil de inversionista es el que más participación tiene en la actual coyuntura económica debido a la cantidad de variables que afectan el mercado”.

 

     El conservador: Es alguien que prioriza la seguridad de su inversión antes que la rentabilidad y prefiere ver resultados a corto plazo. Asimismo, optará por minimizar los riesgos aun cuando eso signifique reducir sus márgenes de ganancia por efecto de la inflación. En la mayoría de los casos, el inversionista conservador apuesta por opciones que le ofrezcan una rentabilidad fija, aunque sea mínima.