• Dependiendo del tamaño, un quiste puede comprometer los ovarios e incluso la correcta ovulación.

Este 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, se conmemora la lucha por la igualdad de género y con ello, el autocuidado femenino y su derecho reproductivo. Escenario en el que la presencia de quistes ováricos – sacos membranosos llenos de líquido o sólido – puede generar ciertas complicaciones de no ser tratados a tiempo. 

“Los quistes ováricos son comunes y en ocasiones son resultado del ciclo menstrual o de una infección pélvica causada por una infección de transmisión sexual que ascendió al ovario. Benignos en un estadio temprano y en otros, requerir de una intervención quirúrgica”, así lo explica la Dra. Guissela Meza, ginecóloga de la clínica San Pablo. 

Un quiste, dependiendo de su tamaño, puede llegar a comprometer la correcta ovulación, los ovarios e incluso provocar infertilidad en caso se detecte el síndrome de “ovario poliquístico” y no se reciba un tratamiento oportuno. Si bien, no hay forma de prevenir un quiste, el acudir a chequeos de rutina permite actuar a tiempo.

Finalmente, la especialista aconseja prestar atención a síntomas poco frecuentes durante el ciclo menstrual, realizarse exámenes pélvicos periódicos y acudir al especialista de inmediato ante signos de dolor pélvico, irregularidad menstrual y dolor durante el ciclo menstrual ya que estos síntomas pueden ser indicios de alguna enfermedad ovárica.