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De acuerdo con estudio, la vacunación y
el levantamiento de restricciones han permitido la dinamización de las
actividades económicas en sectores rezagados.
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Advierte que ampliar en tres horas el
toque de queda en Lima y el Callao provocaría una caída del 8.5% en la
movilidad, del 12% en el PBI de restaurantes y del 8% en el empleo en
restaurantes.
La prioridad del Poder Ejecutivo
frente a la pandemia COVID-19 debe ser acelerar el proceso de vacunación en las
regiones rezagadas y en poner énfasis en la aplicación de la tercera dosis, y
no ampliar los horarios del toque de queda, medida que –por el contrario– afectaría
negativamente al empleo y a la actividad económica del país.
Así se desprende del reporte “Implicancias
de implementar toques de queda como medida de control de la pandemia ante una
eventual tercera ola en Perú”, elaborado por Apoyo Consultoría por encargo de
la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).
De acuerdo con el estudio, el
avance de la vacunación ha logrado contener la crisis sanitaria. Una muestra de
ello es que, en las últimas semanas, a pesar del fuerte incremento de casos de
coronavirus, las hospitalizaciones y los fallecimientos se han mantenido en
niveles bajos.
Dicha situación, sumada al
levantamiento de diversas restricciones, entre las que figuraba un menor rango
de vigencia de los toques de queda, han permitido que se dinamice la actividad
económica en sectores rezagados, como los restaurantes, retail, turismo, entre
otros.
La población y
los toques de queda
Según el estudio, la propia población
tiene mayor preferencia por la aplicación de medidas menos restrictivas, como
la vacunación. Así, se indica que, a diciembre del 2021, el 48% de los peruanos
considera que el Gobierno debería acelerar la vacunación, mientras que un 80%
rechaza la priorización de las restricciones a la movilidad de las personas.
“La evidencia muestra que los
toques de queda generalizados no contribuyen a la reducción de fallecidos y
tienen un impacto negativo en la actividad económica”, se sostiene en el
reporte. Se añade que la relación entre la severidad de los toques de queda y la
evolución de la pandemia no es evidente. En cambio, sostiene, la severidad del
toque de queda tuvo un efecto evidente en la movilidad y en el empleo.
En ese sentido, el reporte señala
que la ampliación del toque de queda en 25 provincias que pasaron al nivel de
alerta moderado, entre las que se encuentran Lima y el Callao, donde ahora la
inmovilización comenzará a las 11:00 pm, provocará grandes perjuicios en los
sectores que venían reactivándose. De acuerdo con estudio, tres horas más de
toque de queda en estas jurisdicciones provocaría una caída del 8.5% en la
movilidad, del 12% en el PBI de restaurantes y del 8% en el empleo en
restaurantes, lo que afectaría a personal de atención, cocina, limpieza,
seguridad, entre otros.
“Ante ese contexto y el eventual
aumento del número de casos por la presencia de la variante Ómicron, se debe
evaluar la evidencia para diseñar buenas políticas. En general, existen
políticas más efectivas para controlar el virus sin afectar el empleo”, indica
el reporte.
En el reporte se indica que,
además de la vacunación, otros aspectos en los que el Gobierno debe poner
énfasis son en fiscalizar el cumplimiento de los protocolos, como los aforos,
distanciamiento y el uso de mascarilla; y mejorar su capacidad de respuesta
hospitalaria y testeo. No deben tomarse decisiones basándose en una política de
“Covid cero”, como si estuviésemos al inicio de la pandemia.
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