En la región La Libertad, las provincias de Trujillo, Sánchez Carrión y Ascope son las que presentan mayor número de casos de enfermedades diarreicas agudas (EDA) debido al consumo de alimentos contaminados o en mal estado, esto debido a la falta de un enfoque holístico y la vigilancia epidemiológica debida. Esto fue una de las conclusiones a las que llegó la Comisión Multisectorial Permanente de Inocuidad Alimentaria (COMPIAL) durante el taller “Rol de los Gobiernos Locales en la Inocuidad Alimentaria”

“En Perú por cada mil habitantes, hay de 32 a 34 que tienen una EDA, en La Libertad de 5000 sistemas de agua de consumo se ha priorizado la vigilancia sólo a 700, es decir que más del 40% del agua que circula en la región no es apta para consumo”, afirmó el Dr. Luis Florián Zavaleta, jefe del área de Salud Ambiental.

Durante la exposición se supo que entre los años 2013-2014 el 50% de 1 millón de casos de niños menores de 5 años son afectados por problemas de alimentos insalubres proporcionados por sus padres en el hogar.

“Los responsables de que los alimentos lleguen de manera inocua hasta el consumidor, son primero los fabricantes o productores, luego los vendedores o distribuidores y finalmente los consumidores, ya que este es un problema multisectorial, falta un enfoque general, se necesita capacitar al recurso humano y notificar los casos y brotes de EDA, debe haber una integración en el sistema de vigilancia y se debe apoyar más la investigación”, precisó Florián Zavaleta.

Las consecuencias son varias, en el caso del consumidor se pone en riesgo su salud y afecta su economía debido a los costos de atención médica por una EDA; en el caso de los comerciantes, hay pérdida de productividad, retención, rechazo y destrucción de productos.

Durante el evento se evaluó la situación de las municipalidades en el cumplimiento de normativas de inocuidad alimentaria, sobre todo en el caso de los programas sociales como el Vaso de Leche, en el que los beneficiarios es una población vulnerable.

“La recomendación que se le da a la población es verificar el empaque de los productos, el registro de autorización sanitaria otorgado por SENASA, comprar alimentos que se vean frescos, limpios, no contaminados y con buena apariencia, y una vez en casa, almacenarlos en un lugar fresco y seguro”, finalizó el funcionario.