Marco Peláez Velásquez (11) es uno de los alumnos más entusiasmados que ingresa al pequeño ambiente donde el arqueólogo, residente del Complejo Arqueológico Chan Chan y Museo de Sitio, Victor Piminchumo Hurtado, ultima detalles para ofrecer la charla denominada los Chimú y sus ancentros.

Son un promedio de 60 escolares del nivel primario de la institución educativa Nuestra Señora del Perpetuo Socorro quienes con una sonrisa y en silencio escuchan atentamente la ponencia que empieza describiendo la difícil geografía en donde las antiguas culturas del Perú cultivaron, cazaron y edificaron sus viviendas y centros ceremoniales.

El arqueólogo Victor Piminchumo explica con términos muy simples y de manera didáctica que somos una sociedad mestiza; resalta este valor ante las alarmantes cifras de bulling que atenta contra la salud física y mental de los escolares.

Cuando se proyectan imágenes que corresponden al Complejo Arqueológico Chan Chan, los escolares empiezan a murmurar como si se tratase de la imagen de alguno de sus familiares, las fotografías despiertan en ellos anécdotas de su experiencia en los talleres de verano El Saber del Barro que incluye la enseñanza de arqueología escolar, artesanía, dibujo y pintura chimú, que organiza todos los años el Proyecto Especial Chan Chan a través de la Unidad de Promoción y Participación Ciudadana.

Durante la exposición se explica la data de la cultura Moche y Chimú, el idioma, la religión, la dinastías, entre otros aspectos importantes de nuestros ancestros como el uso doméstico y ceremonial de los espacios y las características de las viviendas edificadas hace cientos de años que pese al paso del tiempo se asemejan a las actuales casitas de pescadores que se aprecian en Huanchaquito.

Los escolares siguen la charla con atención y de pronto aparecen proyectadas sobre la pared impresionantes imágenes de estatuillas de madera que generan una onomatopeya de asombro.

La charlas de sensibilización que promueve la Unidad de Promoción y Participación Ciudadana son ofrecidas por los propios investigadores de Chan Chan y están dirigidas a toda la comunidad educativa del entorno del sitio arqueológico incluido en la Lista de Patrimonio Mundial de Unesco desde 1986. Esta actividad ayuda a mantener despierto el vínculo e interés de los escolares con su patrimonio cultural.