La diplomacia económica peruana: mantener el equilibrio en tiempos de tensión.

 

Expertos analizan el impacto de la rivalidad EE.UU.-China en el desarrollo socioeconómico de Perú.

 

 

El desarrollo socioeconómico del Perú transita ahora por una senda de contradicciones crecientes, donde las inversiones de China en infraestructura se mezclan con la diplomacia pragmática que mantiene, largos años, el país andino con Estados Unidos.

 

Son las implicaciones que despierta un nuevo aliado y que colisionan con las celos del socio tradicional.

 

Desde que entró en operaciones, hace 10 meses, el megapuerto de Chancay, a 80 kilómetros al norte de Lima, construido con capital y tecnología de la estatal china Cosco Shipping, ha sido definido por el actual ministro de Economía y Finanzas Raúl Pérez Reyes, como la apuesta para consolidar a Perú “como el Singapur de América Latina”.

 

Singapur es conocido por ser uno de los puertos más importantes del mundo y un centro neurálgico para el comercio internacional, con una infraestructura moderna y eficiente.

 

Con Chancay, inaugurado en noviembre del 2024, Perú abre nuevas rutas marítimas hacia Asia, las cuales no solo benefician sus exportaciones; sino, también, a otros país de sudamericana, en especial Brasil, lo que evidencia la posición estratégica logística.


Al mismo tiempo, Perú, a pesar de las amenazas de la administración de Donald Trump, sostiene relaciones comerciales estables con Estados Unidos, que ocupa el segundo lugar como socio comercial detrás de China.

 

A pesar de los vientos complicados (cobra de aranceles), los envíos al mercado estadounidense crecieron 15.9 %, en el primer semestre del 2025.


Sin embargo, esta danza diplomática y económica se desarrolla en un contexto global convulso. La creciente influencia de China, con inversiones concentradas en sectores estratégicos como la minería, electricidad e infraestructura, genera preocupación en Estados Unidos por el posible incremento de la dependencia peruana hacia Pekín.

 

Perú recorta su proyección de crecimiento

Perú ha revisado a la baja su previsión de crecimiento económico para 2025, del 4% a un 3,5%, por el impacto directo del conflicto comercial entre EE.UU. y China, según anunció el gobierno peruano.

 

Esta reducción, motivada por las tensiones arancelarias y medidas proteccionistas, evidencia cómo el pulso entre Washington y Pekín trasciende fronteras y reverbera con fuerza en la economía nacional.

 

El Banco Mundial y otras entidades han coincidido en este panorama, alertando que una desaceleración china, por la disputa con Estados Unidos, “arrastraría” al PBI peruano a una senda menos optimista.

 

Analistas alertan que la deuda china y su presencia pueden condicionar decisiones políticas y económicas en el Perú, lo cual el Estado debe manejar con mucho cuidado.

 

Guerra comercial, una oportunidad desafiante para Perú

Cristian Maraví, economista de la Universidad de Piura, sostiene que esta guerra comercial, pese a sus riesgos, podría convertirse en una oportunidad para Perú si logra mejorar su competitividad y sustituir productos chinos y estadounidenses en los mercados internacionales.

 

“El Perú tendría una oportunidad de ganar mercado si fortalece sectores estratégicos y realiza inversiones en innovación y educación. No obstante, en el corto plazo, el escenario es desafiante”, explica Maraví.


Economía peruana crece y suma 13 meses al alza

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática  (INEI) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la economía peruana mostró un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 3.3% en el primer semestre de 2025, con 13 meses consecutivos de expansión.

 

El crecimiento acumulado supera el 3 % y se espera que alcance un 4 % anual, impulsado por sectores como agropecuario, manufactura, construcción, comercio y servicios.

En junio de 2025, el crecimiento económico alcanzó un sólido 4,52%, destacándose la agricultura con un crecimiento del 8,76%. Aumentos significativos se observaron en productos como aceituna, cacao, arroz y maíz. (INEI).

 

Expertos en geopolítica de Lima enfatizan que, aunque existen tensiones crecientes entre EE.UU. y China, Perú se ha adaptado a una política pragmática que busca maximizar beneficios y minimizar riesgos.

 

Perú: entre la crisis política y el avance económico

Como destaca Berit Knudsen, especialista en geopolítica, “Perú es un caso raro donde, a pesar de la inestabilidad política, la economía mantiene estabilidad y atractivo para la inversión extranjera”.


El contraste sino-estadounidense se agudiza en Lima, donde la convergencia de intereses se vuelve campo de batalla para estrategias globales.

 

La clave para el desarrollo socioeconómico peruano será dar seguimiento cuidadoso a estos equilibrios, potenciando la diversificación comercial y defendiendo los logros económicos que han situado a la capital peruana en un rol relevante dentro de América Latina.

 

Este escenario plantea tanto oportunidades históricas como desafíos complejos para el Perú, que en su posición geográfica y económica tiene la responsabilidad de navegar con cautela las tensiones entre Estados Unidos y China, asegurando un camino de progreso sostenible y soberano.