Sin embargo, la situación podría ser mejor debido a que se estima que las exportaciones tradicionales tocarían fondo en agosto de este año, entrando a una fase de recuperación, especialmente en el sector minero, lo que impulsaría al alza el resultado final del año.

La gran duda de esta recuperación se centra en las exportaciones no tradicionales, pues su pérdida de competitividad y la recesión latinoamericana redundarían en un comportamiento negativo del sector y caerían en 2.6% al cierre del 2016.

Para evitar esta situación, el presidente de ADEX, Juan Varilias, dijo que es necesario que el nuevo gobierno que se iniciará el próximo 28 de julio, tome medidas urgentes para impulsar el sector no tradicional, que es el que le da valor agregado a los productos peruanos y es el que más empleo genera.

“Desde ADEX confiamos en que quien salga elegido como Presidente entenderá la importancia de las exportaciones dentro de la economía. En las manos de los dos candidatos que están en la segunda está la posibilidad de generar un shock de confianza en el empresariado, desde ahora, proponiendo soluciones a la pérdida de competitividad, al desaliento en las inversiones y a la necesidad de impulsar nuevas estrategias exportadoras”, afirmó. 

Factores de riesgo

Por su parte el gerente de Estudios Económicos de ADEX, Carlos González, explicó que hay una serie de factores que podrían afectar la perspectiva optimista de las exportaciones peruanas. Entre ellas se encuentra el comportamiento del tipo de cambio come efecto de las decisiones de FED sobre la tasa de referencia. 

También podría influenciar de manera negativa, la inestabilidad un posible debilitamiento de los precios de los minerales o que las empresas mineras produzcan menos de lo previsto. Otro riesgo es el efecto rezagado del Fenómeno el Niño en la pesca y el agro, así como las acciones del próximo gobierno en materia de política comercial y mejora de la competitividad.