Claro brinda recomendaciones para participar de esta nueva edición, que se llevará a cabo este sábado 23 de marzo a las 8:30 pm.

 

El cambio climático es uno de los problemas más relevantes en la actualidad. A medida que la temperatura global continúa aumentando, los impactos de esta problemática se hacen cada vez más evidentes y nos afectan a todos.

 

En este contexto, la Hora del Planeta es una actividad que alienta a las personas a tomarse 60 minutos para hacer algo en favor de nuestro planeta. Como cada año, Claro anunció que se unirá a esta campaña apagando las luces de sus edificios en las sedes ubicadas en la Avenida Arriola (La Victoria), Parque Mar (Miraflores) y San Isidro.

 

De esta manera, Claro brinda algunas recomendaciones y actividades en el marco de esta iniciativa:

  • Fomentar la reflexión en nuestros amigos y familiares sobre los efectos del cambio climático en el mundo.
  • Desenchufar todos los aparatos electrónicos del hogar cuando no los usemos.
  • Reducir el brillo de las pantallas de los equipos tecnológicos, ya que así consumirán menos batería y se evitarán cargas extras.
  • Separar los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y llevarlos a puntos de acopio de Claro. 

 

Anthuanette Nomberto, gerente de Comunicación Corporativa de Claro, invita a otras empresas y comunidades a unirse a esta iniciativa: “extendemos la invitación para que todos se sumen a la Hora del Planeta, y utilizar de forma responsable y eficiente los recursos que nos brinda el planeta. Todos tenemos un papel importante para la construcción de un futuro sostenible para las siguientes generaciones”.

 

En línea con su compromiso ambiental y como parte del cumplimiento de su meta de reducción de gases de efecto invernadero al 2030, Claro ha apagado 75 grupos electrógenos que dotaban de energía a las estaciones base para que se alimenten de diferentes fuentes de energía, lo que ha permitido la reducción de 3,250 toneladas de emisiones de CO2 al año.

 

Además, Claro cuenta con un acuerdo con Luz del Sur, gracias al cual dejará de emitir alrededor de 30 mil toneladas de CO2 cada año, producto del uso de energía producida por centrales hidroeléctricas.