A un paso del
monopolio en la masificación del gas. Empresas privadas buscan encargarse del
proceso de masificación en siete regiones afirmando que es positivo para el
país, pero no cuentan la historia detrás: beneficiar con un subsidio a las
grandes empresas y forjar un monopolio del gas.
El proyecto de
ley 679, Ley de Masificación del Gas,
fue aprobado por el Congreso el 14 de noviembre del 2023. Esta Ley creó un
mecanismo de subsidio por el cual todos los usuarios de Lima y Callao pagarán
un extra en los recibos de gas natural, para colaborar con la masificación a
nivel nacional, aportando al Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) con el
cual se subsidiará la tarifa de hogares, industrias pequeñas y medianas que
consuman hasta 3,700 balones de gas diarios (50,000 m³ al mes) y servirá para
construir redes, ductos y conexiones domiciliarias.
Sin embargo, en
diciembre del 2023, el Ejecutivo observó la Ley por dos razones. La primera es
porque el exministro de Energía y Minas, Óscar Vera, intentó meter a Petroperú
a dedo. Es decir, se incluyó a la petrolera estatal para que concursara y
compitiera con las empresas privadas.
La Concesión Sur
Oeste a cargo de Petroperú cuenta con 12,895 clientes conectados en Arequipa,
Moquegua y Tacna. Desde junio de 2021 hasta la actualidad, no se ha evidenciado
un aumento.
Hoy la
masificación del gas natural está en peligro porque esos mismos intereses
privados quieren insistir en incluir a la gran empresa en el subsidio que
pagarán todos los peruanos, con la supuesta justificación de que, al
incluirlas, el fondo sería más grande (por el mucho mayor consumo de la gran
industria) y así estas empresas, las dos empresas colombianas que tienen el
monopolio del gas, podrían acelerar o darle velocidad a la inversión. O sea, a
mayor cantidad de dinero que ingrese al FISE, mayor será la velocidad de la
masificación del gas.
¿Es esto cierto?
Veamos. El FISE recauda dinero del consumo de electricidad, gas natural e
hidrocarburos líquidos de todos los contribuyentes. Este mismo fondo permitió
darle velocidad a la masificación del gas en los últimos años. Por ejemplo, de
los 1.9 millones de hogares en Lima conectados a redes de gas natural, 1.1
millones son hogares conectados gracias al FISE. Además, en 2023, financió más
de 300,000 conexiones fuera de Lima e implementó 1,100 km de redes de
distribución de gas con una inversión de más de S/700 millones. Por lo tanto,
no es correcto que la velocidad de la masificación sea impulsada por las
empresas privadas.
Los fondos
recaudados del FISE más el mecanismo de aporte extraordinario de los usuarios
de Lima y Callao, que impulsa la ley de masificación, generarán las condiciones
necesarias para que diversas empresas privadas puedan participar en igualdad de
condiciones para tender redes de gas natural, generando competencia, libertad
económica y como siempre, mayores beneficios para los consumidores.
A pesar de ello, la empresa Cálidda, propiedad de los dos
grupos económicos monopólicos en Perú, vendría empujando desesperadamente una
asociación público – privada (APP) con el Ministerio de Energía y Minas, el
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) y
ProInversión para hacerse cargo del proyecto de masificación.
Por si fuera poco,
la misma empresa pidió una adenda para monopolizar la masificación en siete
regiones (Junín, Apurímac, Ayacucho, Ucayali, Cusco, Puno y Huancavelica) y
extender por 10 años más su contrato en Lima y Callao. Está solicitud está en
evaluación en ProInversión.
En su desesperación por cerrar el tema, Cálidda ya
realizó una serie de eventos en diversas regiones, siendo la última en Cusco,
anunciando lo positivo de que se encarguen de la masificación. Lo que no
estarían contando es la otra cara de la historia y la aparición del monopolio
que tanto ansiarían. De concretarse, Promigas y Grupo Energía Bogotá,
propietarias de Cálidda, tendrían el monopolio del gas en Perú, lo que no está
contemplado en el modelo de desarrollo de este sector.
En un monopolio
se distorsiona, se fija o se condiciona los precios y, por lo tanto, o pierde
el Estado o pierde el consumidor o contribuyente. Además, se empieza a
instaurar o negociar reglas de juego “ad hoc” que se adaptan a su propio
funcionamiento y se generan automáticamente barreras de entrada a nuevos
competidores. ¿Esto es lo que queremos para la masificación del gas en el Perú?
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